Saturday, March 5, 2011

Madrid y Toledo, segunda parte

Día 4:


Empezamos el día rumbo a la Plaza Mayor, que como casi todo, nos quedaba cerca del hotel. Es una plaza impresionante. Al estar dentro, tienes paredes a los 4 lados, con un piso de piedra puesto como si fuera ladrillo, una estatua gigante en el centro, los vendedores, artistas, músicos, el lugar se siente vivo y lleno de energía. Los edificios frente a la plaza estaban decorados de manera impresionante. Fue muy agradable. Había un Winnie the Pooh allí, vendiendo globos, así que le compramos uno a Sophie. También había un hombre haciendo burbujas gigantes para los niños, lo cual le encanto a Sophia y luego no se quería ir. Después de dejar Sophie jugar un rato con las burbujas, nos dirigimos al mercado del Rastro, que es un mercado de pulgas. La salida de la Plaza Mayor (hay más de una, pero por la que salimos) fue muy impresionante. Los edificios altos a ambos lados de la calle estrecha y en curva son una vista impresionante.


Camino al Rastro, vimos algunos músicos, uno de los cuales era un titiritero que daba la ilusión de tocar el violín con su títere. También nos encontramos una fábrica de papitas y tuvimos que comprar una bolsa. Una vez que llegamos al mercado, empezamos a ver alrededor en la interminable cantidad de vendedores. Parecía que había una cantidad de puestos interminable! Los vendedores se apoderan de varias calles. También hubo músicos. Había una señora con un caja de música que sonaba rara porque estaba desafinada. También había un músico tocando un largo, raro instrumento de madera que hacia un sonido que no me es posible describir. Habia artistas que venden su arte, chucherias, ropa, zapatos, alfombras, cerámica, cosas metálicas, juguetes, DVDs, CDs, etc. Es muy probable que cualquier cosa que uno este buscando, alguien lo venda ahí. También había policías en mopeds, que se me hizo raro, pero es era una manera eficiente de moverse por áreas llenas de gente. 


Después de andar viendo puestos sin fin,le compramos unas burbujas a Sophie y luego fuimos a un parque cercano para que jugara con sus burbujas. También comimos nuestras papitas (o crisps, como los llaman aquí en Inglaterra) ahí, estaban deliciosas! Después, fuimos al estadio Vicente Calderón, donde juega el Atlético de Madrid. Fue a pocos kilómetros de distancia, pero decidimos a caminar y ver que había en el camino. El camino no fue tan bonito como el centro de Madrid. El estadio, bueno, no sé si estaba más decepcionado por el estadio en si(desde el exterior) o por el hecho de que se tiene que pagar tanto sólo para entrar. No sentimos que valía la pena pagar tanto por ver un estadio vacío.


De regreso, pasamos por la catedral y pensamos en entrar pero cobran y no siento que es ético dar dinero a las instituciones religiosas. Pasamos por el Palacio Real y luego por la Plaza España. Fuimos al restaurante, Loving Hut, una cadena de restaurantes veganos. Tuvimos una cena impresionante ahí. Ordenamos el "menú" que es una sopa, pan, plato principal y postre. Todo estubo delicioso! Comimos una sopa de calabaza, una sopa de algas y pan para comenzar. Los platos principales fueron arroz frito con verduras y tofu frito al curry, el otro plato era seitan frito con papas, arroz frito y verduras al vapor. El postre fue una magdalena y un flan! La mesera también nos dio dulces mantecados, hechos con aceite de oliva y estaban muy ricos.


Después de eso nos dirigimos de nuevo hacia el hotel, tratando de pasar por calles que no habíamos visto. Descansamos un rato en el hotel, y luego decidimos salir en la noche para comprar algo mas de comida para el hotel. Fuimos a una tiendita y compramos unas papitas y el cajero le dio a Sophie un poco de jugo (zumo!) y una paleta, nomas por que si; premio por chula yo creo. Después caminamos un poco más y luego se fuimos a El Corte Inglés por un poco de pan, galletas, leche de soya (soja!), uvas, un cereal de chocolate que Sophie escogió, y más plátanos de las Islas Canarias!


Día 5:


Estábamos pensando en hacer un viaje de un día a un pueblo cercano, y  pensamos que hoy seria un buen día para eso. Así que lo primero que hicimos fue ir a la estación Renfe (trenes de alta velocidad) en la mañana. Cuando llegamos, los horarios de los trenes a Toledo, la ciudad decidimos visitar, ya eran muy tarde y decidimos esperar hasta el día siguiente. De ahí nos dirigimos al museo de arte Reina Sofía, que quedaba casi nada mas cruzando la calle. Vimos los horarios y precios y decidimos regresar en otra ocasión, ya que ofrecen acceso gratuito durante ciertas horas.

Después fuimos a una tienda completamente vegana, Planeta Vegano. En el camino, pasamos por el restaurante donde iríamos a cenar ese mas tarde, El Granero de Lavapiés, un restaurante vegetariano. La tienda vegana era pequeña, pero bien surtida, y había una gran variedad de cosas. Zapatos, camisetas, comida para perros y gatos, detergentes y alimentos. Compramos un chocolate vegano blanco, un jamón vegano hecho de seitan rebanado, un paté de tofu, y un cono de nieve. Al salir empezamos a comer el cono de nieve y no habíamos caminado una cuadra cuando ya nos lo habíamos acabado. Estaba riquisimo! Helado de vainilla, el cono cubierto de chocolate por dentro, y relleno de fresa! Así que nos regresamos y compramos los últimos tres conos que había y nos devoramos los tres!


Después de eso caminamos un poco mas. Compramos unas papitas de otra fabrica de papitas. Después de caminar un poco más, fuimos a el Granero de Lavapiés para cenar. Estaba lleno, y nosotros fuimos los últimos que dejaron entrar antes de que cerraran unas horas, para luego abrir otra vez mas noche. Este lugar se sentía como si estuvieras comiendo en casa de alguien conocido, era un ambiente agradable. Pedimos los "menús" de nuevo. Sólo les quedaba un tipo de sopa, una sopa de druido creo que se llamaba, y era de muchas verduras y frijoles. Luego comimos tofu a la plancha, ensalada de lentejas, arroz, coliflor y también ensalada. El único postre vegano que tenían era un puré de plátano, y estaba delicioso. Después de comer, nos regresamos al hotel a descansar.


Día 6 (Toledo!):


Decidimos ir a Toledo, así es que en cuanto nos levantamos, fuimos a la estación de Renfe de nuevo. Una vez allí, nos dimos cuenta que habíamos estado pensando que era hora equivocada desde que llegamos a Madrid! Pensamos que era la misma hora que en Colchester, pero es una hora más tarde en Madrid! Y no nos habiamos dado cuenta! Durante 6 días! De todos modos compramos boletos para el próximo tren a Toledo.


Nunca habíamos estado en un tren de alta velocidad. Y la parte delantera de los trenes parecen aviones, y en el interior también. Disfrutamos el camino a Toledo, que fue de una media hora. Llegamos a una estación de tren muy interesante. Muy adornada, estilo muy antiguo. Salimos de la estación de trenes y buscamos un lugar para comprar un mapa de Toledo. Me detuve en un hotel, para preguntar dónde podía conseguir un mapa, y me vendieron uno ahí por € 2 euros. De ahí nos dirigimos hacia la ciudad, que desde donde estábamos se veía impresionante. La ciudad esta en una loma, con un muro y un rió que la rodean, y torres! Nunca habíamos visto nada igual!

Había un puente para entrar cruzando el río. La ciudad tiene entradas específicas, al cruzar el puente se ve el emblema de la ciudad en piedra por encima del arco de la entrada. Después subimos por las escaleras hacia la ciudad. A medida que subían las escaleras, las vistas a las afueras de la ciudad eran muy impresionantes. Una vez que llegamos a la a la ciudad, nos dirigimos a la Plaza de Zodocover, que nos dijeron era el centro de la ciudad. No teníamos un plan de cómo íbamos a ver la ciudad, así es que decidimos buscara el restaurante vegetariano en el mapa, y trazar una trayectoria de donde estábamos, a el restaurante. Me sentía como un niño, con ganas de correr a todos lados al mismo tiempo.


Los pisos eran de piedra o ladrillo, y las calles muy estrechas. Tan estrechas que no había forma de que un carro pasara por alguna de ellas. Después de caminar un rato, decidimos ir a comer en Madre Tierra, un restaurante vegetariano que habíamos encontrado en Internet. Pero cuando llegamos, estaba cerrado! No  abren los martes, y por supuesto, era martes. Así que después de entrar en pánico por un momento, decidimos comer las barras de granola y frutas que habíamos traído, y encontrar un lugar para cenar en cuanto regresaramos a Madrid. Buscamos unas bancas y allí comimos. Luego caminó un poco más. Nos dirigimos hacia la catedral, porque como de costumbre, es el edifico más lujoso en toda la ciudad. El resto de la ciudad tenía un encanto humilde, de ciudad antigua. Como si la ciudad fuera una ciudad normal, pero detenida en el tiempo. La catedral estaba repleta de estatuas, esculturas, tallados, pilares gigantes, y por supuesto cobran € 7 euros para ver el interior. Así es que no entramos.


Seguimos caminando, y nos dimos cuenta de que había espadas y armas medievales en muchas tiendas. Algunos incluso tenían trajes de armadura completa a la venta! Tenían armadura de metal, escudos, espadas, bolas con picos y cadenas, cuchillos, de todo. Y también habíamos visto muchas tiendas de dulces españoles. Incluso vimos una réplica de una iglesia, hecha de mazapán. No habíamos prestado mucha atención a los dulces, porque no esperábamos que fueran veganos, pero los mazapanes si son! Sólo dos ingredientes: almendras y azúcar. No se parecen en nada a los mazapanes de México. Estaban ricos, y sabían muy diferentes a los mazapanes mexicanos.


Sophie ya estaba cansada, así que sacamos el arma secreta ... burbujas. Le dijimos que si seguía caminando le dábamos las burbujas, y ella estuvo de acuerdo. Así que mientras caminábamos, ella soplaba burbujas. Seguimos caminando, y estábamos encantados. Nunca nos imaginamos que habia una ciudad como esta. Nos encontramos con un parque, la única superficie que no era de ladrillo o de piedra que vimos en toda la ciudad. Nos detuvimos ahí para que Sophie jugara un rato. El parque estaba en la orilla de la ciudad, y de ahí se veía el río y un valle, que era una vista impresionante, hermosa. Ya empezaba a atardecer, y se acercaba la hora en que el tren saldría de nuevo a Madrid. Así que empezamos a regresarnos hacia la Plaza de Zodocover. Era extraño ver señales que indican la salida de la ciudad, pero es por que solo se puede salir por los puentes. Vimos algunos edificios que eran exactamente como las torres en un juego de ajedrez. Eso, o los castillos de Mario Bros. 


También vimos graffiti en un edificio que decía "Go Vegan". Eso no nos lo esperábamos. Volvimos a la plaza, y luego bajamos por las escaleras sin fin. Ya Sophie no daba para mas y insistió: "Papá, cargame por favor", así que la cargue. Bajamos, y salimos por el mismo puente que entramos(había otros, pero no queríamos perdernos y que se nos fuera el tren). Con el atardecer parecía una ciudad mágica. El sol por detrás, un cielo con tonos brillantes, un río y una ciudad en una colina ... parecía una ciudad de cuento de hadas.


Llegamos a la estación de tren un poco temprano, pero estábamos cansados de todos modos. Esperamos el tren, y nos llevó de regreso a Madrid. Un viejo amigo mío desde el 7º grado está viviendo en Madrid, pero no había regresado de sus vacaciones hasta el día de hoy. Así que cuando llegamos a Madrid, le llame y se junto con nosotros para la cena en un restaurante vegetariano cerca de donde el vive. No lo había visto en muchos años, así es que me dio gusto verlo y platicar un rato. Lamentablemente esa fue la única vez que tuvo tiempo de juntarse y solo estábamos en Madrid por un día más. La cena estubo deliciosa! Después de la cena nos regresamos al hotel a descansar.
 

Día 7:

 
Este fue nuestro último día completo en Madrid. Así que revisamos lo que ya habíamos visto, y lo que aun queríamos ver para tratar de verlo en nuestro último día ahí. Yo quería ver el estadio Santiago Bernabéu, donde juega el Real Madrid. Quedaba como a tres millas del centro de la ciudad, así que nos fuimos en el metro. Ya casi llegábamos, cuando nos dimos cuenta que se nos había olvidado la cámara en el hotel! Así es que yo me regrese por ella. Vimos el estadio, pero una vez más, sólo el exterior. Lo mismo que en el estadio del Atlético de Madrid. Mientras estaba tomando fotos del estadio, algo interesante y vergonzoso me ocurrió. Me separé de Geli y Sophie, para poder tomar mejores fotos. Mientras yo estaba con la cámara tomando fotos, unas señoras se acercaron a mí preguntándome si quería firmar una petición para construir un hospital para niños. Les expliqué que no era de España, pero insistieron, diciendo que no tenía importancia (me debió de haber sonado algo raro, pero en ese momento no fue así). Así que la firmé, y luego me dijeron que tenían que ver mi identificacion para que pudieran ver que yo era quien puse en la peticion. Pensé que era extraño, pero estuve de acuerdo y saque la cartera para mostrarles la licencia(tengo una cartera con una ventana transparente para poder mostrar la licecncia sin tener que sacarla). Todo esto era muy extraño, pero por alguna razón, no se me ocurrió irme de ahí. Ella se quedó mirándola, y revisando lo que escribí en su portapapeles, y en un momento ella  puso su dedo en mi cartera, como apuntando a mi licencia y a la vez puso un poco de presión hacia abajo, como para ver mejor que de donde ella estaba y la sacudió ligeramente. Luego, como si de repente le cayó el veinte, dijo que era todo y se alejó, bastante rápido. Me di cuenta de todo esto sólo después, ya pensando en lo que había pasado. Eran como cuatro señoras alrededor de mí en algún momento. Cuando ya se habían ido, reviso mi cartera, y el dinero que tenía ya no estaba, y sólo entonces me di cuenta de esto fue sólo un frente para que yo saque mi cartera y pretender ver la identificacion cuando en realidad esta hábilmente sacando mi dinero, delante de mis ojos. Cuando me di cuenta de esto, ellas estaban como a una cuadra de distancia, así que corrí tras ellas, pero yo no tenía manera de comprobar lo que hicieron. Ellas lo negaron por supuesto, y miré a mi alrededor buscando algún policía pero no vi ninguno. Insistí en que me regresaran mi dinero, pero lo negaron, y ofrecieron que las esculcara, pero cómo iba yo a palpar y esculcar a estas señoras. Y además, estoy seguro de que no era en serio eso de que las esculcara. De todos modos, no debe haber sido de más de € 50 mas o menos. Así que decidí dejarlo así, y aprender de la situación.


Me dirigí de nuevo a donde estaba Geli viéndome, confundida. Le expliqué lo que paso, y también dijo que así lo dejara. En frente del estadio, había unos jardines dedicados a la Copa del Mundo de 1982. Había un árbol plantado con la bandera de cada uno de los países participantes. Estaba suave. Nos regresamos en el metro, y nos bajamos cerca del río. Vimos el río, era agradable. No tan impresionante como las otras cosas que habíamos visto, pero lo teníamos que ver antes de irnos. Tampoco habíamos visto la Ópera, el Teatro Real. Camino a la Opera, pasamos por un parque con un área de juegos, así que nos detuvimos para Sophie jugara un poco. También pasamos por el Palacio Real de nuevo, camino a la Ópera. Había unos músicos también, lo cual siempre es agradable. Siempre teníamos que tener en cuenta done habia un baño porque en cualquier momento Sophie podría decir que tiene que ir al baño y se convierte en una carrera contra el reloj para encontrar uno. Durante una de estas emergencias, no había baños cerca. Así que le pregunté a un policía donde quedaba el más cercano y él me mando a un baño de paga como una cuadra de donde estabamos. Corrimos a el baño, y ya se nos hacia que Sophie no llegaba. El baño esta disfrazado con anuncios y carteles, así que no parecia baño. Y habia alguien usandolo, así que tuvimos que esperar (mucho tiempo!), pero por suerte Sophie alcanzo el baño a tiempo.

Una vez que llegamos a la Opera tomamos unas cuantas fotos y luego fuimos a los museos de arte, que habíamos visto por fuera, pero no entrado. Primero fuimos a el Museo del Prado. Había muchas estatuas, esculturas, y arte clásico. No permiten cámaras, así es que no tenemos fotos de este museo. Tenían algunas obras de Goya. Eso fue lo que mas nos llamo la atención en ese museo. Luego fuimos a el Museo Reina Sofía, que es el de arte moderno. Había pinturas de Picasso y Salvador Dalí aquí! No era fácil ver en que piso y en que cuarto estaban las pinturas de Picasso y Dalí. Estábamos cansados, y Sophie se quería ir al hotel. El museo es enorme, de cuatro pisos! Así que buscamos las de Dalí y Picasso primero y al fin las encontramos. Tenían muchas pinturas de Dalí! Incluso una escultura de él. Fue impresionante de verdad. Habían muchas de Picasso también! Pero la más impresionante, fue Guernica de Picasso. Es enorme! Tomó una pared completa. Nunca esperamos ver la pintura original! Y tenían también los dibujos y las pinturas de sus ideas y de práctica para Guernica en los cuartos de alrededor. Es realmente algo extraordinario ver estas obras de arte. Disfrutamos mucho, y que bueno que no nos fuimos de Madrid sin verlos!


Después de eso, nos dirigimos al último restaurante en nuestra lista. Pensamos en sólo conseguir algo de comida china en el restaurante cercano al hotel, ya que Sophie estaba dormida en mis brazos. Pero al fin optamos por probar el nuevo restaurante. Comimos una sopa de calabaza increíble para empezar, y tuvimos que pedir el mismo plato para los dos, ya que era el único plato vegano que tenían, a pesar de ser un restaurante vegetariano. El Plato principal era un tofu empanizado, un poco de arroz frito, zanahoria condimentada, y una berenjena empanizado y frita con un poco de salsa roja. Realmente estaba delicioso. Después de eso, nos dirigimos al hotel para descansar. Nos levantamos temprano al día siguiente para ir al aeropuerto.
 

Día 8:


Este día casi no cuenta. El vuelo salió de Madrid a las 6:30 de la mañana, así que tuvimos que tomar un taxi desde el hotel hasta el aeropuerto por que el metro no circula a las 4:30 am cuando nos fuimos. Ya en el aeropuerto, esperamos el vuelo a Londres. Vi la salida del sol desde el avión y también a Júpiter desde allá arriba. Se podían ver las lunas de Galileo con el zoom (15X) de la cámara. Llegamos al aeropuerto de Stansted de Londres a las 10 de la mañana y tuvimos que esperar a que nuestro camión de regreso a Colchester hasta las 5 de la tarde. Así que teníamos mucho tiempo. Sophie estaba dormida, así que  buscamos un lugar donde acostarla, y encontramos unos asientos cómodos en un café. Compramos un café ahí y unos sandwiches veganos de una tienda cercana. Después de platicar un rato, leer un poco, y algo de música, Sophia se despertó. Así que nos mudamos a otro restaurante. Tuvimos que comprar algo, así que le compramos a Sophie un pan tostado con aguacate. También compramos unas papas fritas y una ensalada. Matamos a poco más de tiempo leyendo y jugando con Sophie en las maquinitas. Antes de irnos decidimos comprar una papa asada con frijoles horneados. Eran alrededor de las 4 pm y decidimos ir a donde estaban los camiones. Tuvimos suerte, vi un camión rumbo a Colchester subiendo pasajeros. Le pregunte al conductor si había asientos disponibles. Era de la misma compañía de la que ya teníamos los boletos, por lo que no hubo ningún problema. Nos dejo subir, y ya estábamos camino a Colchester. Y este era un camión directo, los boletos que teníamos paraban en otra cuidad y se tardaba mas.


Este fue un viaje increíble! Lo disfrutamos mucho. Nos encanto Madrid, Toledo nos dejó impresionados, y aprendimos unas cuantas cosas. Ya estoy esperando ansioso el próximo viaje ...

El simbolo de la ciudad de Madrid - El Oso y el Madroño